No me gusta lo que voy a decirte
18 de Septiembre, 2022
No me gusta lo que voy a decirte, pero no entiendo las vidas sin naufragios, y arena en los brazos. Así que no me creo esas otras que son portadas de revista, y que sin remedio, se esconden tras el expositor. Para todas aquellas, tengo un spoiler; es la vida.
No me gusta lo que voy a decirte, pero hay días de perseguir cosas en círculos, de olvidar todo lo aprendido, de nieblas emocionales, de tormentas de ideas..., días de aquellos; en los que el mejor refugio son un café y un libro, porque no preguntan.
Aquellos en los que salen a flote las anécdotas que no contaste a nadie, excepto a ti misma. De desnivel, de precipicio, de vulnerabilidad encriptada, incluso a veces para quien los vive. Días donde los temores se quedan a vivir en los ojos, y no te dejan ver el siguiente paso, donde de forma hipnótica, acabas llegando inexorablemente al mismo punto de partida.
Bucles de autodestrucción, pues uno, para construir de nuevo, necesita piezas. De rogar milagros, de desear otras vidas.

No me gusta lo que voy a decirte, pero a veces se alinean, tal vez por el puro placer de llevarte al límite, por eso de recordarte la lucha infatigable que es vivir, lo minúsculos que somos en el universo, o simplemente por esa razón tan nuestra de hacer ovillos con todas nuestras pajas mentales.
El caso es que pesan, y que aunque el proceso también es decisión, nunca somos capaces de verlo, porque nos gusta controlarlo todo, pero sabes; tú no decides cuando quieres que pasen.
No me gusta lo que voy a decirte, pero las oportunidades son de quien las coge, y esto, aunque aún no lo veas, lo es. Porque te obliga a reservarte un ratito, a sonreírle a tus miedos sin ganas, a nadar en la tristeza, a recuperar el equilibrio en la cuerda salvavidas.
No me gusta lo que voy a decirte, pero esto iba de spoilers, así que:
De estos días hay muchos, aunque también pasan.
Todo al final pasa por amar(se)
El pijama, te sienta mucho mejor que el vestido que llevabas anoche.
PD: No se preocupen por mí (sobre todo tú mama), hoy no es un día de esos, aunque podría serlo, ya sabéis que tengo un punto kamikaze. Pero vendrán, y lo que sí que puedo aseguraros, es que aquí estaré, en el mismo lugar, o en otro, pero con distintos ojos.