Poema robado
22 de Junio, 2017
Que haya suerte, que encuentres las palabras que faltaron, aquellas que sin querer te he robado. Aquellas que a punto de salir de tus labios, se plasman en mis dedos, casi sin saber ni como ni cuando. Tu lápiz perdió la inspiración entre las yemas y aquella libreta que viaja por siempre contigo, a tu lado. Una vieja libreta que recoge y guarda con amparo, los sueños e ilusiones de esa niña que ha ido viendo, cómo se evaporan sus deseos, entre amores y desengaños.
Tumbada sobre la arena, buscando en el horizonte, tras las olas y su llanto, el aleteo del deseo adormecido que la vida aun te sigue negando. Te niega, porque quizás no es el momento, quizás tampoco ni tu lo tengas claro, los miedos, son fantasmas que atormentan nuestro presente, nuestro futuro y el pasado. Mientras tanto, oteas a tu alrededor curiosa, los huéspedes efímeros de la playa, en esta mañana calurosa de verano.

No se, si buscando la inspiración que perdiste, aquella que inevitablemente sin saberlo a mi me estas entregando. Me entregas, por ejemplo, en el gesto dulce de apoyar el lápiz sobre tus labios, al tiempo que me evocas que sin querer, estas amando el arma que hoy asesina tus ideas y cubre de tachones los versos que hace un instante te inspiraron.
Y te veo, si, te veo, un veo que implica saber que detrás de ese gesto de apartar el lápiz del papel, hay un verso que imaginaste y que por azar o infortunio, tus manos no han sabido dar forma en la hoja en blanco. Un ver, que me devuelve que a veces soy yo mismo, el que esta tumbado sobre la arena, ante la incapacidad de dar forma a las ideas que hoy con tanta facilidad van encajando. De repente, casi sin darme tiempo, me miras como si supieras que soy yo quien te esta robando, quien te hurta la inspiración y corta la originalidad de las ideas que de alguna forma se engranan en tu cabeza y se tele-transportan entre mi meñique y el pulgar, para que el corazón termine de acuñar su sello entre los párrafos.

Cobarde, recojo mis cosas y me marcho. Te dejo aquí con el resto de tus pensamientos, la arena y el aleteo de las gaviotas en tus parpados. Pero antes, confieso que no puedo marcharme sin sentir la pesada culpa, de que sin conocerte ya estoy en deuda contigo, pues me diste la inspiración que a ti hoy te esta faltando. Sin saberlo, me regalaste unos de los versos mas dulces que quizás haya escrito, me regalaste uno de los momentos mas bellos que quizás haya imaginado.
Que haya suerte que encuentres las palabras que faltaron. Te devuelvo las que perdiste entre mi imaginación y tus dedos. Te devuelvo solo aquellas a las que supe dar forma en estos versos, lamento si no supe hacerlo mejor, lamento si no son dignas de ser escritas por "la chica de al lado".
Comentarios: Me encanta, se me eriza la piel mientras lo leo, impresionante 😍 (Anónimo)
05.02.2018