Quizás

14 de Abril, 2018

Quizás ella antes de dar el primer paso, tan solo debía parar por un segundo, sentarse y mirar, porque a veces todo se reduce a no cogerle miedo a la vida, a no rendirse antes de tiempo, a amar de verdad y odiar de forma intercalada con el corazón y con la razón.

Él, no era más que una persona modesta y humilde como las demás, sin ilusiones grandiosas, un alma nómada resistiendo un viaje sin brújula, y un corazón lleno de parches, al que las circunstancias le habían puesto en una casilla de salida desventurada.

Quizás él llevaba toda la vida esperando encontrar a alguien que realmente le enamora, hasta el instante, en el que ella le sonrió y fue suyo. Justo en ese momento en el que se olvidó de todos los corazones rotos, las vidas quebradas y los sueños desaliñados que nunca se llegaron a cumplir.

Ella era una vida que salía por la puerta, sin manual de supervivencia. Un guion por escribir lleno de tachones entre los márgenes y un currículo completamente por hacer. Una boca hambrienta de deseos y esperanzas y un manojo gigante de temores por renegociar.

Quizás para ella el camino pareciera demasiado largo desde la línea de salida, más aun, cuando en ese primer instante el sentido más fiable es la intuición, no le conocía bien, y estaba por confirmar, que él le ayudará a levantarse cada vez que la vida la sorprendiera despeinada.

Él se había enamorado muchas veces pero nunca como esta, aspirando a que la vida fuera justa con ella y todo girara a su favor. El perdió la cordura y supo que debería aprender a cambiar por amor los miedos y enseñar que los sueños se cumplen si tienes el coraje de perseguirlos.

Quizás fueran las horas de insomnio o la madeja interminable de dudas e inseguridades, pero a cada instante, le invadía el temor a perderla a pesar de que se sabía el hombre más afortunado del mundo y que juntos escribirían algunos de los mejores momentos de sus historias.

Ella deseaba liberar a ese alguien que quería ser, pero sabía que no se trataba de un primer paso, sino de todos los que más tarde le debían de acompañar. Ella intuía, que llegado el momento, entre sus brazos el mundo dejaría de doler por un rato.

Quizás llegados a este punto, nada tenga sentido si no termino explicando, que todo se resume en que él era un padre tembloroso de no amar lo suficiente, y ella era una hija que conocía por primera vez que era el querer. Quizás nada tenga sentido si no explico, que ella se agarró a la vida a través de un dedo, y que ese dedo era el de él. Quizás todo se resume en que el amor era tan solo una palabra, hasta que ella llegó y le cambio la vida.