Todo vale por un Like
16 de Junio,2018
¡Todo vale por un like incluso hacer el ridículo!
- Ponte aquí, no, aquí, mejor aquí, junto a la roca.
- ¡Pero espera a que llegue la ola! - Le espeta la una a la otra al tiempo que posa arrodillándose en la orilla. La artista, cual Dorothea Lange, busca capturar el mejor momento siguiendo los diez consejos básicos que receta la última revista de moda para conseguir la mejor foto Instagram del verano. Así, transcurren los minutos hasta que tras quinientos disparos y la aprobación de la modelo a la postrera foto, parecen recoger el estudio fotográfico. Justo en el instante en que una ola la golpea, y le da un revolcón haciéndola rodar 25 metros playa adentro.
«Lástima, no tener la cámara apunto, porque ese video lo hubiera petado en mi history.»
Suena ridículo, lo sé, pero... ¿No es más ridículo si digo que es cierto?
El caso ya no es que asumamos que todo vale por conseguir un like, un me gusta, un seguidor más, sino que vendamos el alma al diablo en cada foto, expongamos el cuerpo como arma de cañón, y adulteremos el momento presente para vender una imagen de nosotros (peor aún si es de otros, o de un niño) que es falsa o que no corresponde con la realidad. Pero no nos dimos cuenta, y nos colaron la idea de que vivir en los "yas" era igual que vivir los "ahoras", que querer estar allí disfrutando lo otro, estando aquí, no tiene como contraprestación saber que cuando estés allá, será aquí donde quieras estar.

Por eso la hija le pide al padre que le haga una foto con la cala de fondo. El padre con el disparador en la mano, le dice jump and smile al niño de cinco años. Y a mí se me rompe el alma cuando paso por delante de un parque y no se escucha alboroto, tan solo se observa la imagen triste de un grupo de niños absortos, cada uno en su propio juego de móvil.
De esta forma tan tonta, me doy cuenta de que debo dar las gracias al móvil por decidir coger vacaciones, porque sin querer queriendo, me veo estando aquí en el momento presente, y no dejando que la vida vuele sin estar "conectado" a la vida real. Analizando minuciosamente lo que me hace feliz, encontrando cosas que nos conectan y que no se pueden comprar, como por ejemplo el silencio.
Así que con todo el cariño del mundo, deseo que este verano, más pronto que tarde, se os rompa el móvil, y podáis disfrutar de un momento de autonomía, de seguir señales y encontrar caminos, de historias nuevas y fascinantes, de vivir reaccionando y no esperando a ver que nos dice el otro. En definitiva, de fotos para vosotros y me gustan de los de verdad, porque afortunadamente, NO todo en esta vida vale por un like.
Anónimo: Comparto totalmente el contenido de este texto aunque también entiendo que es difícil sustraerse a la vorágine de la imagen y el "cotilleo". ME GUSTA